Nada como ser padre y madre "en espíritu y de verdad" enseña tanto a vivir en función de los demás. Vivir pendiente solo de uno mismo, además de ser feo estéticamente, es inmaduro y pernicioso para uno mismo y para la sociedad. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuanto más nos comunicamos, más enriquecemos nuestros propios conceptos. Sea porque el pensamiento del otro los complementa, o porque la contradicción del otro los pone en evidencia.
Incluso hasta nuestra idea de Dios puede fragmentarse si no estamos en plena comunión con los hermanos, pues siendo Dios uno y trino, para comprenderlo más profundamente, es necesario tener una vida comunitaria.
Dar espacio al pensamiento del otro es una exigencia de la vida comunitaria que se refleja en la realidad trinitaria de Dios.
El amor mutuo es el espacio donde todos se sienten escuchados y comprendidos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento