Un saber difícil, porque también el mal va dentro de nosotros. Eso explica tanta ceguera en quienes creen gobernar bien el mundo. Ser luz para los demás -lo sabemos por experiencia- exige desterrar antes el mal en el propio corazón. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Jesús nos enseña a entrar por la puerta estrecha, porque este es el camino que lleva a la vida. (Cf. Mt. 7,13-14)
En las ciudades fortificadas de la antigüedad había pequeñas aberturas por las que solo se podía pasar sin armas. Los que elegían pasar por ellas eran bienvenidos y podían vivir en paz en esa ciudad.
Esto nos hace comprender mejor las enseñanzas de Jesús. Para entrar por la puerta estrecha, necesitamos despojarnos de todos nuestros apegos para vivir libremente el amor al prójimo.
El camino correcto es más desafiante; sin embargo, es el único que conduce a la verdadera vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento