Un valor tan grande, la firme convicción de que Dios tiene en sus manos los hilos de la historia, no puede depender de nuestros estados de ánimo ni de los vientos que soplan. La veleta se moverá; el Norte no se mueve. (Padre Manolo Morales o.s.a..)
Este es el principio de la fe: percibir las realidades más profundas del ser sólo con los sentidos del alma.
Por la fe veo a Dios reconociendo su presencia en cada persona que encuentro; también escucho Su voz a través de los hermanos que me guían, que me dan consejos, que testimonian la presencia de Dios en sus vidas.
Por la fe creo en el amor de Dios, incluso en los momentos más difíciles de mi vida.
Permanezco firme en la fe cuando sufro, cuando todo parece insuperable, cuando soy incomprendido, cuando soy perseguido, cuando la oscuridad me invade el alma.
Permanezco firme en la fe cuando no percibo las respuestas de Dios, porque creo que en el amor, Él se manifestará en el momento oportuno.
Permanezco firme en la fe cuando persevero firme en el amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento