Mis dificultades para creer no son necesariamente dudas de fe, sino oportunidades para despertarla y acrecentarla: para pedir ayuda, para abandonar mi afán de suficiencia y rezar más y mejor; ¡que es un don del cielo la fe! (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Antes de Jesucristo, la fe en Dios se resumía a creer en el Ser Supremo, Señor del cielo y de la tierra, Creador del mundo. Jesús nos trajo la revelación de un Dios que es amor, que es Padre.
Y así, nuestra fe en Dios Padre está intrínsecamente vinculada a Jesús, el hijo de Dios.
Todos somos criaturas de un Dios que es amor, que nos ama incondicionalmente, y que nos reconoce como hijos en su propio hijo, Jesús.
Podemos fortalecer la fe en Dios, amando.
Dios es Amor; y creer que somos hijos de Dios significa creer en su amor.
El amor hace nuevas todas las cosas y por lo tanto también nuestra fe.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento