Somos en el plan de Dios una Familia universal, pero parecería que nos hayamos quedado sin Madre. Y no. Las peleas continuas del mundo deben movilizar los corazones implantando el amor y la ternura de la Virgen. (Padre Manolo Morales o.s.a)
Una madre ama a su hijo más que a sí misma. Ella es capaz de sacrificarse y hasta morir por él.
Si un hijo o una hija está enfermo, ruega insistentemente a Dios por su curación. Hasta el punto de "obligar" a Dios a que le atienda, porque su fe es proporcional al amor que lleva en su corazón de madre.
Tal como hizo la mujer sirofenicia con Jesús. (Cf. Mt 15,21-28)
Nosotros también podemos amar a todos con corazón de madre, con un amor sin medidas. Con un amor capaz de sacrificarse por el otro; un amor que va más allá de los afectos y ama de verdad a todos; que siempre toma la iniciativa y no espera nada a cambio.
Abrazos,