Si no puedo acercarme directamente a tanta necesidad material, moral, espiritual (la soledad, la marginación...), con corazón y oración puedo acompañar a quienes lo hacen. Son los signos del Amor que todos queremos anunciar en este mundo. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Acercarse a quien necesita es acercarse a Cristo mismo.
Cuando miramos a alguien en necesidad, ya sea material, emocional o espiritual, tenemos ante nosotros una oportunidad sagrada para amar concretamente. Jesús no permaneció ajeno al dolor humano: tocó a los enfermos, acogió a los marginados, escuchó a los afligidos y dió de comer a los hambrientos. La verdadera compasión es ir al encuentro del otro.
Acercarse exige salir de uno mismo, vencer el miedo, los prejuicios y la indiferencia. Es reconocer en el rostro del necesitado la presencia viva de Jesús que nos llama a la solidaridad.
Cuando nos acercamos a quien se encuentra en necesidad, somos liberados del egoísmo y transformados por el amor, que es sinónimo de dar
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento