Cuántas veces comprobaré la verdad de lo predicho por Dios: "Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos". Por eso ¡bendita libertad de espíritu que me mantiene abierto/a, jamás cerrado/a en mis programas! (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Dejarse sorprender es un acto de humildad y confianza: es reconocer que no lo sabemos todo, que Dios puede trazar mejores caminos que los nuestros.
También es una invitación a la alegría, porque la sorpresa renueva la esperanza y reaviva el encanto de la vida.
Es en lo inesperado donde la vida y lo divino a menudo se revelan con mayor intensidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento