Porque donde las personas se aman, allí está Dios, esa es la misión de la familia, primera "habitación del amor": que los niños respiren, con la estabilidad de los sentimientos, la Presencia de Dios, no solo las emociones que van y vienen. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sin embargo nuestra parte es el esfuerzo de corresponder a esa gracia.
Podemos aumentar dos cosas que facilitan el aumento de la presencia de Dios en nosotros y entre nosotros: la oración y el amor recíproco.
En la oración buscamos a Dios, y Él no se hace esperar. Viene y ensancha nuestro corazón y nuestra mente haciendo crecer su presencia en nosotros.
Cuando nos amamos, atraemos y hacemos crecer su presencia entre nosotros. Esta fue una promesa hecha por Jesús y que se realiza cuando estamos unidos en su nombre (Cf. Mt. 18,20)
Por lo tanto, oremos más y amémonos siempre más, para que la presencia de Dios crezca dentro de nosotros y alrededor de nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento