Por mucho que pesen nuestras preocupaciones, somos "gente de vuelo"; en las alas y el corazón llevamos esa caridad -fuerza y energía de un "Amor más grande"- que nos eleva y convierte en misioneros "hasta los últimos confines de la tierra". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando reconocemos la presencia de Dios en cada prójimo, tratamos de tener una caridad refinada con él, porque dirigimos nuestro amor directamente a Dios.
Tener una caridad llena de atención significa ser paciente, bondadoso, justo y amante de la verdad; significa no ser envidioso, no ser vanidoso y no guardar rencor; significa soportar las adversidades con resiliencia y saber recomenzar.
Quien vive una caridad refinada siempre está disponible para servir a todos, sin hacer distinción de personas.
Busquemos inspirarnos en el himno al amor escrito por Pablo en 1ra. de Corintios capítulo 13 y tengamos una caridad llena de atención.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento