De hermanos y hermanas de Ucrania y del mundo que piden "a gritos" la paz, hoy precisamente, en el Coliseo de Roma, junto al Papa Francisco y representantes de Iglesias y religiones. Estamos invitados. La oración es la fuerza de la paz. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Así sería, si en realidad no significase una liberación. Negarse a todo lo que podría impedirnos ir al encuentro de Dios y del hermano: el egoísmo esclavizador, que nos aísla de los demás y nos da la ilusión de que solos alcanzamos más rápido nuestros objetivos.
Negarse significa liberarse de condicionamientos y estar abiertos al otro.
Negarse a sí mismo es creer en la vida del amor recíproco. Mi ser se abre a nuevos horizontes y alcanza metas más desafiantes cuando voy al encuentro del hermano.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento