Porque será "noche oscura" a veces la vida, y las penalidades y las malas noticias nublarán nuestra fe. Pero Dios es el Amor que está siempre esperándonos en la intimidad para poner en marcha nuestro corazón. Ahí está el generador de la luz. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Este amor es incipiente en todas sus criaturas, pero en el ser humano es necesario una adhesión completa para que se desarrolle y se reavive.
El deseo de amar debe volverse abrasador y conducirnos hacia el bien, de modo que podamos mantener encendida en nuestro corazón la llama de la verdad, de la justicia y de la misericordia.
“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!” (Lc. 12,49)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento