Para ello, "cargar el depósito" cada día: ¡Dios en el centro del corazón! Para tener luz y energía suficientes. Porque vivir de nuestros sentimientos, o dar peso a las falacias de nuestro mundo es caminar "a la deriva": nosotros y nuestros hijos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Si somos perseverantes, siempre descubriremos lo positivo que hay en los acontecimientos, sean buenos o malos. Aunque lo positivo sea solo ejercitar la paciencia o afrontar esa dificultad como un aprendizaje.
Lo que hace que una situación sea positiva es nuestra actitud delante de ella.
En la dificultad aprendemos a ser humildes, a valorar la ayuda de los demás y a saber esperar el tiempo adecuado para cada cosa.
En las dificultades aprendemos a ser perseverantes, a tener iniciativas y creatividad, a buscar una alternativa y a desarrollar la capacidad de saber volver atrás y recomenzar.
Es decir, ser perseverantes nos impulsa a ir adelante sin perder de vista la meta final establecida por el amor y la fe.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento