La Semana Santa ya cercana obliga a recordar que la cruz no es un adorno o un amuleto, sino el Amor del mismísimo Dios pagando nuestras divisiones. Y cuando levantamos barreras entre nosotros discriminando y odiando, tendremos que rendir cuentas a ese Crucificado. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Qué nada me perturbe, ni mis límites, ni los límites de los demás, y mucho menos las circunstancias.
Qué mi proyecto para este día sólo sea hacer la voluntad de Dios en cualquier situación y a toda costa.
Nada me detiene si yo tengo un objetivo seguro. Y el mío es no alejarme de vivir la experiencia del amor.
Qué yo sea lo suficientemente humilde para saber perdonar y pedir perdón.
Qué cada obstáculo sirva para repensar y fortalecer la fraternidad con todos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento