Diligentes, activos, resueltos. Sin esperar a que pase la dificultad para encender el corazón. Porque es precisamente la dificultad "el lugar" donde el amor es "llama" de un sacrificio, y es más puro y humilde y gratuito. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El amor que dedico a cada prójimo debe ser con diligencia; es decir, debo dar atención exclusiva a quién está a mi lado en el momento presente.
La estrategia para no medir el amor si es más o menos, es reconocer la presencia de Jesús en cada uno, con un amor exclusivo por Él.
Con este propósito en el corazón vivo el arte de amar: Amar a todos, Reconocer a Jesus en el otro, Hacerse uno, Ser los primeros en amar, Vivir el amor recíproco, Amar al enemigo.
Sólo tenemos el momento presente a nuestra disposición. El pasado es una puerta que ya se ha cerrado y el futuro es una puerta que aún no se ha abierto.
Vivir el Arte de Amar es vivir el presente con prontitud, con disposición, con el cuidado y la atención de reconocer la presencia de Jesús en cada prójimo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento