Somos tanto mejores hijos de Dios cuanto más humanos y mejores ciudadanos somos. Limitar nuestra vida de creyentes a cosas espirituales es menospreciar el encargo del Creador de cuidar la Casa común. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Podemos ir más allá de todo esto y tener siempre una actitud de preservación de los patrimonios y de los espacios comunes de la ciudad.
También podemos emprender campañas para mejorar todo esto y exigir que las autoridades cumplan con sus obligaciones.
Finalmente, podemos estar atentos a las necesidades de nuestras ciudades, para que se conviertan en espacios de convivencia armoniosa y placentera para toda la población.
Podemos ser ciudadanos en el verdadero sentido de la palabra y ejercer nuestro papel con responsabilidad y amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento