Aunque parezca una gota en el océano, esa gota nuestra le faltaría si no la pusiéramos. Arrecian, sí, las fuerzas del mal, el odio, la guerra, la ambición de poder... Pero nosotros creemos en la fuerza del bien, y el Bien es Dios. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Debo multiplicar el bien, ante todo, dentro de mí, tratando de tener buenos pensamientos y cultivando en mí todo lo que es puro, bondadoso, verdadero y justo. Así como todas las virtudes que merecen ser puestas en evidencia en la práctica diaria.
Yo multiplico el bien cuando rezo por todas las personas que quiero, por todas las situaciones dolorosas, cuando rezo por la paz en el mundo.
La oración es una gran manera de multiplicar el bien, porque en ella ponemos todo en manos de Dios, que es el Bien Supremo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento