Con ironía se dice que todos tenemos SUS defectos, no los propios, sino los de quienes conviven con nosotros y ponen a prueba nuestra paciencia. Pero es mejor decir: todos, también yo, tenemos NUESTROS defectos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sin embargo, nace en mí el deseo de recomenzar y no sé bien cómo hacerlo.
El amor siempre sugiere recomenzar por el perdón: ya sea pidiendo perdón por los errores que cometí o concediendo perdón a quien me ofendió.
El perdón que ofrezco comienza en mi propio corazón, incluso antes de expresarlo con gestos o palabras.
El perdón que pido, también nace en mi corazón con un deseo ardiente de reparar el daño que causé.
Todo esto no es más que amor, el deseo de amar y superar todas las diferencias, todos los malentendidos, todas las heridas con una de las expresiones más sublimes del amor: el perdón.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento