Un día puede ser el desaliento, otro, que perdimos la paciencia, o que la fe se nos volvió fría y lejana... ¡Un acto de humidad y "arriba el corazón"! Dios no se asusta; nos asustamos nosotros, porque afecta a nuestro "yo". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Recomenzar mil veces, recobrar el coraje incansablemente, porque Dios no mira nuestras caídas y tropiezos, sino nuestros recomienzos.
Levantarse con valentia es como renacer, es ver la vida siempre nueva, es tener frente a nosotros siempre una nueva posibilidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento