Que entrar dentro de nosotros (tarea indispensable), sea para fortalecernos y motivarnos más y más en las ganas de vivir. Y vivir -lo advertiremos enseguida- es dar con esplendidez, con alegría. Sin amar nos anquilosamos. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Nuestra acción para hacer el bien puede ser dirigida a cualquier persona, sin hacer ningún tipo de distinción.
Hay personas que son incansables en hacer el bien. Utilizan toda la creatividad que el amor sugiere, para ayudar a quien se encuentra en necesidad, para consolar a quien sufre, para visitar a quien está enfermo.
Hacer el bien con generosidad es caminar dos kilómetros con quien nos pide caminar uno; es ofrecer siempre más de lo que se nos pide. (Cf. Mt 5,41)
Ser generoso en perdonar, en aceptar a las personas tal como son, en promover la paz, en disponer de tiempo para ayudar a quien necesita, en tener tiempo para orar.
Ser generoso, estar disponible, ser amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento