Hoy celebramos la Virgen de los Dolores. Mujer fuerte, junto a la Cruz de Jesús, en su Corazón de Madre laten todos nuestros dolores. Nadie como Ella nos enseñará a ser fuertes, a mirar y aliviar las penillas de nuestro prójimo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Lo mismo debería ocurrir a nivel personal. Debemos ser sensibles al dolor de los demás. Estar atentos a sus necesidades, mirar a nuestro alrededor. A veces, dentro de nuestra propia casa, hay alguien que sufre solo y en silencio.
Si hacemos un pacto con Jesús crucificado y abandonado, sabremos reconocer su presencia en cada hermano que sufre.
Si nuestro amor tiene la medida del sufrimiento del otro, consumirá como el fuego, todo lo que es superfluo, y nuestras relaciones se volverán sólidas y verdaderas.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento