Sin embargo, pensar en luchar contra todos estos males tal vez no sea la forma más rápida para mantenerse íntegro. El camino más rápido es cultivar sólo el amor en el corazón; es salir de uno mismo para encontrar al otro y vivir con él, el amor mutuo.
Tratando de amar a todos sin distinción de personas, con seguridad alcanzaremos el objetivo de mantener nuestro corazón íntegro.
La caridad es la madre de todas las virtudes: generosidad, bondad, paciencia, mansedumbre.
Un corazón íntegro está libre de muchos vicios y lleno de muchas virtudes.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento