Es natural que, cuando yo ame, espere también amado. "Amaos", nos ha pedido Dios. Pero esa parte del otro es libre, no es cosa mía, ni es la esencia del amor. "En el amor lo que vale es amar". Esa es su fuerza. (Manuel Morales o.s.a.)
El amor gratuito le agrada a Dios porque quien ama sin intereses personales tiene el corazón libre. Libre sobre todo de egoísmo.
El amor puro eleva el espíritu de quien ama y de quien es amado.
Amar sin intereses personales es servir a todos sin distinción, tomando siempre la iniciativa de amar primero.
El desapego de las cosas materiales nos lleva a tener un amor desinteresado porque elimina la codicia y la envidia.
El desapego de las personas nos lleva al amor en la libertad porque elimina diferencias y predilecciones exageradas.
El desapego de nosotros mismos nos lleva a tener un amor puro, que es capaz de sacrificios y que está dispuesto a dar la vida por los hermanos.
Finalmente, el amor desinteresado le agrada a Dios porque nos hace un poco más semejantes a Él.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento