Que ni las decepciones sufridas, ni los egoísmos propios y ajenos, ni la insignificancia aparente de mis acciones, debilite los ánimos y apague en mí la única luz que ilumina de verdad este mundo: el amor, el servicio. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Hoy podemos identificar muchos de los hábitos egoístas que tenemos y reemplazarlos con actos de generosidad, de donación y servicio a los demás.A veces son cosas simples y no nos damos cuenta inmediatamente que se trata de expresiones de egoísmo.
Sin embargo, no sólo debemos luchar contra los malos hábitos, debemos adquirir buenos hábitos. De hecho, la mejor manera de eliminar los malos hábitos es tomar la iniciativa de amar a todos, de amar siempre, de servir.
Vivir en actitud de entrega constante, porque cuando pensamos en los demás, cuando salimos de nosotros mismos para servir a los demás, eliminamos por completo de nuestro corazón toda sombra de egoísmo.
Adquirir el hábito de amar primero y ponerse al servicio de todos. He aquí cómo se eliminan los hábitos egoístas.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento