Para ayudarnos a "gestionarlas" con garbo: que, en vez de llevarnos al apocamiento y la tristeza, nos enciendan mayor amor, valiente, probado, que traerá nueva luz y nuevas energías. Cuando se ama, "se pasa de la muerte a la vida". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Compartir nuestras debilidades es simplemente permitir que los demás vean nuestra verdadera esencia, libre de máscaras.
Este acto nuestro puede ayudar a otros a ser más abiertos y honestos acerca de sus propias vulnerabilidades y luchas internas.
Es un poderoso recordatorio de que todos somos imperfectos y que al aceptarnos y compartir nuestras debilidades, por amor y con amor, encontramos una fortaleza colectiva que nos ayuda a navegar las adversidades de la vida con mayor sabiduría.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento