Valentía del corazón que se abre a escuchar y aprender todos los días. No somos poseedores de la verdad, sino sus buscadores y humildes servidores. No soy yo el mosaico completo; soy una tesela junto a las demás. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Dialogar es enfrentar el desafío de expresar nuestras opiniones y sentimientos, respetando y aceptando al mismo tiempo los pensamientos del otro.
La verdadera valentía en el diálogo está en reconocer la humanidad de cada interlocutor, incluso cuando no estamos de acuerdo.
El diálogo es la capacidad de construir puentes en lugar de muros, de buscar puntos de convergencia en medio de las divergencias. No se trata de convencer o vencer, sino de comprender y convivir en paz.
En un mundo cada vez más conectado y, paradójicamente, aislado, el diálogo valiente es la clave para la resolución pacífica de los conflictos.
El diálogo es un ejercicio de humildad, paciencia y amor, que nos permite crecer juntos, como sociedad, hacia un futuro más armonioso e inclusivo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nacimiento