Residencia Tomás Cámara Padres Agustinos Madrid
Están siendo madres, ¡más que enfermeras!,
corazones sanos que dan salud,
vocación y entrañas, pura virtud,
temple y espíritu de misioneras.
Con el regalo de su juventud,
logran convertirse hasta en las niñeras
que, en estas horas nuestras, ya postreras,
vuelven simpática la senectud.
¿Cómo agradeceremos el amor
que sabéis infundir en este hogar,
si no es recurriendo a ti, Señor,
que vienes con nosotros al altar?
Dales las gracias, Tú, Sumo Dador,
las que nosotros no podremos dar.
Manuel Morales, OSA