Tal vez sea lo único que podamos hacer en ocasiones, que la otra persona nos sienta cordialmente cercanos, compartiendo sus preocupaciones. Jamás indiferentes. Cuidarnos mutuamente lo más posible, como buenos samaritanos. (Padre Manolo Morales o.s.a).
La cercanía se revela en pequeños gestos: una mirada atenta, un silencio respetuoso, una palabra que acoge. Y también en la capacidad de percibir más allá de lo que se dice, de sentir lo que no fue expresado.
La tecnología es una herramienta que puede acercar o distanciar a las personas, según cómo se use. Por un lado, ella nos conecta instantáneamente con amigos, familiares e incluso con desconocidos de todo el mundo. Por otro lado, cuando se usa mal, puede crear una falsa sensación de cercanía, reemplazando las interacciones profundas por intercambios superficiales.
La clave está en el equilibrio: usar la tecnología para acercar a las personas sin que ella sustituya el contacto humano esencial.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
apoloniocnn@gmail.com