«Siguiendo el ejemplo de Jesús, esforcémonos por tomar la iniciativa de amar, desprendiéndonos de nosotros mismos y aceptando todas las cruces, grandes o pequeñas, que esto pueda implicar.
De este modo, también nosotros pronto alcanzaremos esa experiencia de intimidad con Dios, esa comunión con Él , esa plenitud de luz, paz y alegría interior que Jesús desea para nosotros.» Chiara Lubich.
De este modo, también nosotros pronto alcanzaremos esa experiencia de intimidad con Dios, esa comunión con Él , esa plenitud de luz, paz y alegría interior que Jesús desea para nosotros.» Chiara Lubich.
Tener iniciativa es dar el primer paso, sin esperar que las circunstancias cambien o que alguien te indique el camino. Es comprender lo que hay que hacer y actuar, incluso ante la incertidumbre. La iniciativa nace del deseo de transformar y lograr que las cosas sucedan.
Pero la iniciativa por sí sola no basta. Es la laboriosidad que sostiene el propósito iniciado.
Trabajar con dedicación, constancia y empeño es lo que hace que mostremos productividad.
La laboriosidad es la virtud de la perseverancia en la acción; es continuar incluso cuando el entusiasmo inicial disminuye, cuando aparece el cansancio, cuando los resultados tardan en llegar.
Quienes une iniciativa y laboriosidad comienzan con determinación y terminan con logros.
Actuar y perseverar es el secreto de quien transforma los sueños en realidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento