¿Verdad que se sorprende y conmueve el corazón cuando una persona nos escucha así? Ese su profundo silencio de amor es un generador de luz que infunde ganas de vivir y nos empuja a hacer lo mismo con los demás. ¡Pues vamos a ello! (Padre Manolo Morales o.s.a.)
La persona a ser escuchada debe ser amada íntegramente. Debe sentir que estamos completamente disponibles para escucharla. Sin un tiempo establecido, mostrando interés en sus relatos.
La mayoría de las veces no es necesario decir nada, solo escuchar.
Escuchar al otro es un gran acto de amor y debe ser hecho sin prisas.
Practiquemos este pequeño gesto de saber escuchar y veremos que las respuestas serán dadas directamente a nuestros corazones por el Espíritu Santo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento