Solos no; viene con nosotros, si le dejamos, el Rey de la Paz y la Justicia. Él "abaja los montes de nuestro orgullo y levanta los valles de nuestros desánimos y cobardías". Así, con Él, es posible destruir los muros del odio y la discordia. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Es el camino de la concordia y de la unión, porque estas son las fuerzas de una comunidad, de una familia o de cualquier otro tipo de grupo.
El camino de la tolerancia y del respeto a las diferencias, porque revela la inmensa riqueza de las culturas, de los pensamientos, de las religiones y posibilita el compartir de las ideas.
El camino del diálogo y de la unidad, para que nos convirtamos en una sola cosa y generemos un mundo más fraterno.
El camino del perdón y de la misericordia, porque este es un camino de pase obligatorio para llegar al cielo que existe dentro y fuera de nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento