Que no queden en el corazón rencores escondidos por ofensas sufridas. Es nuestra parte en un mundo injusto. Dios es quien sabe ser misericordioso sin excluir la justicia. Es Él la Verdad. Y esa Verdad, en su día, nos desnudará a todos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sin embargo, basta el coraje de salir de uno mismo para practicar un acto de amor, y el rencor se disuelve como hielo al sol. Basta aprender a perdonar y a pedir perdón, y el rencor es reemplazado por la misericordia.
Somos frágiles, nosotros y los demás, pero si dejamos que el amor impregne nuestras relaciones, seremos fortalecidos y viviremos en paz y alegría.
No acumulemos sentimientos negativos en nuestros corazones, porque ellos destruyen, en primer lugar, a nosotros mismos
Practiquemos el perdón y seremos más felices.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento