Repasamos así las preguntas del examen: "tuve hambre, tuve sed, estuve desnudo...me diste de comer, de beber, me vestiste...". ¿Es que ese examen de Dios se reducirá a cómo atendimos a los demás (hoy a su "armario de ropa")? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Evitar el desperdicio y el acúmulo puede ser transformado en un acto de amor concreto a quien le falta lo necesario.
Una de las cosas que personalmente debo estar siempre atento es mi guarda ropa, porque es fácil acumular ropas que no uso o que uso muy poco.
Periódicamente doy una mirada para ver lo que tengo y que está demás con respecto a lo que necesito.
Lo que tengo en demasía puede servir para vestir a quien está desnudo.
Este gesto no debe ser el descarte de ropas viejas que ya no uso, sino el compartir lo que tengo y que excede mi necesidad.
Vestir a quien está desnudo debe ser un gesto de amor que dignifica al hermano o hermana en necesidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento