El primer paso para unir lo que está dividido es eliminar entre nosotros el espíritu de competencia. Eliminar la competencia que impide la cooperación, principalmente en el entrelazarse de las relaciones.
El segundo paso es reemplazar el juicio por la justificación, mostrando lo positivo de cada persona, especialmente si está ausente.
Sembrar paz siendo intermediario de acuerdos.
Recordar que en las relaciones, las suposiciones pueden llevar a malentendidos y rupturas.
Intermediar la reconciliación incluso cuando parece imposible. En los casos más difíciles iniciar con la oración. Ella llega donde nosotros no logramos y hace milagros.
Unir lo que está dividido y ser portador de paz y unión, es ser embajador de la escucha y del diálogo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento