Es el grito del cielo que conviene recordar cuando nos sentamos a comer. Dios Padre que preparó para todos "un gran techo común y una mesa redonda como el mundo", me pregunta hoy qué puedo hacer yo para que nadie se quede sin comer. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sin embargo, Jesús como buen Maestro, ya nos dio las preguntas a responder: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger a los peregrinos, visitar a los enfermos y a los presos.
E incluso, dar instrucción, consejo, consuelo y tranquilidad espiritual a quien necesita, perdonar y soportar con paciencia a los que se equivocan y rezar por los vivos y los muertos.
El examen es práctico y se hace ahora, en el momento presente. Al final de la vida sólo recibiremos las calificaciones. Hoy, tratemos de practicar una de las preguntas; dar de comer a quien tiene hambre.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento