En nuestra manera de hablar y actuar. Claro que iremos así contra corriente; convencidos de que respetar e inspirar respeto a toda persona, sea quien sea, es honrar a Dios: anunciar que todos y cada uno somos imagen y semejanza suya. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Debemos ayudarnos a ser cada vez mejores personas, pero no podemos querer que los demás sean como nos gustaría a nosotros que fueran.
El amor debe llevarnos a ayudar sin pretensiones, a convivir sin imponer reglas y a aceptar y respetar la particularidad de cada persona.
Para convivir, yo tengo que “hacerme uno” con el otro en todo, menos en el error. Así, puedo incluso mantener mi opinión contraria sin herir al otro en sus convicciones o mostrándole, la posibilidad de ser una mejor persona.
“Hacerme uno” es actitud, estrategia e iniciativa, con un profundo respeto por el modo de ser y por la dignidad de quien está a mi lado.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento