Se requiere mucha fuerza interior para ser mansos y afables. Mientras el Papa Francisco predica la reconciliación y el encuentro, crece en nuestras sociedades un clima de palabras gruesas y falta de respeto. Dios nos libre. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El rechazo a la violencia debe ser una práctica de vida y no sólo una regla a seguir.
La verdadera prevención de la violencia es el amor al hermano. Es la "Regla de Oro", hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros mismos, aplicada en la vida diaria.
Busqué en el Evangelio alguna indicación que pudiera ayudarnos a rechazar todo tipo de violencia, ya sea contra uno mismo, interpersonal o colectiva.
Amor propio: “Amar al prójimo como a nosotros mismos”. Este “cómo” implica autoestima, autoaceptación y autopercepción positivas.
La misma frase sirve como prevención de la violencia interpersonal: "Amar a tu prójimo..."
Respecto a la violencia colectiva, podemos pensar en el Mandamiento Nuevo de Jesús: "Ámense los unos a otros como yo los he amado".
Por lo tanto, quien ama rechaza todo tipo de violencia.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento