¿Será verdad que "no hay grandeza donde no hay sencillez"? Se tarda mucho en comprender que: "hacerse como niños" es virtud de grandes y mirada amplia, de corazones que saben encajar la vida tal como nos llega.(Padre Manolo Morales o.s.a.)
De manera relajada y directa él habla de una cordialidad que distorsiona la relación con los demás. Todos se saludan, pero nadie se preocupa realmente por los demás.
Es el fruto de un egoísmo, que nos impide abrirnos a los demás, acogiéndolos con una sincera disposición de establecer una relación fraterna, con sencillez de corazón.
Cuando experimentamos el amor puro, con gestos simples y recíprocos, las relaciones se vuelven más verdaderas.
Así, podemos decir, como concluye la canción de Tico da Costa:
"¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas noches! Lo que es necesario amigo mío, con amor en el corazón".
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento