Pocas cosas dan tanta satisfacción a los padres como ver a sus hijos quererse, trabajar juntos. La unidad trae la fuerza de Dios a los corazones, los hace poderosos para afrontar la vida, rezar, sentir la luz y la plenitud. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El Salmo 133 (132) comienza diciendo cuán agradable es que los hermanos vivan juntos.
Jesús también nos orienta a ponernos de acuerdo con el hermano en varios momentos. Para mí destacan tres de estos momentos: en el primero dice que, antes de hacer nuestra ofrenda en el altar, es bueno reconciliarnos con nuestro hermano, y sólo entonces regresar y hacer la ofrenda. Después dice que es bueno ponerse de acuerdo con el hermano cuando vamos a acudir a los tribunales para resolver un problema. La conciliación puede ser mucho más ventajosa que un juicio en contra nuestra. (Cf. Mt 5,23-26)
En otro momento dice que cuando estamos de acuerdo en qué pedirle al Padre en Su nombre, el Padre nos lo concederá. (Cf. Mt 18,19)
Llevando este concepto a nuestra vida de modo general, vemos que sólo hay ventajas cuando nos ponemos de acuerdo con el hermano.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento