Me basta para ello pensar que voy a ser juzgado por Dios "con la misma medida que yo juzgue a los demás". Ver el mal, condenarlo, combatirlo, sí. El juicio sobre las personas, mejor dejárselo a Él. No somos competentes. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Tratemos de ser más misericordiosos e intentemos ayudar al otro estando aún más cerca de él , mostrándole con nuestro ejemplo lo que es correcto. No utilicemos retórica moralista, pues corremos el riesgo de caer en la hipocresía. Seamos coherentes con aquello en lo que creemos, con los principios que defendemos y vivimos.
Cada uno será juzgado con el mismo juicio que hace de los demás. De la misma manera seremos perdonados con el perdón que damos a todos.
El perdón es el antídoto al juicio. No sólo una, dos, tres o siete veces, sino setenta veces siete. (Cf. Mt 18,22
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento