Recordar, para ello, que no corremos en solitario. Sobre todo, nos acompaña siempre la mirada de un Padre que nos ha pedido expresamente "descargar en Él todos nuestros agobios". Nos quiere libres; basta un poco de fe. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sólo Dios es perfecto y sólo Él puede juzgar. Podemos condenar los malos comportamientos, pero nunca a la persona que los practica. Sólo debemos amar, y esto incluye también la corrección fraterna.
El amor también vence los miedos. No tengamos miedo de lo nuevo, de lo inusitado, porque cuando ponemos amor en lo que hacemos, es decir, cuando hacemos las cosas por amor a Dios y a nuestros hermanos, nada perturba nuestro corazón.
"Hasta los cabellos de tu cabeza están contados." (Cf. Lc. 12,7)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento