Seguramente no olvido esos momentos en que alguien me escuchó así, como si mi persona y mis cosas le interesaran profundamente. Es una de las muestras más sinceras -poco frecuentes- del afecto verdadero. Y de que Dios anda cerca. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Escuchar de verdad es acoger al otro con el corazón abierto, permitiendo que su historia, su dolor o su alegría encuentren espacio dentro de nosotros.
Cuando escuchamos con atención, no solo estamos captando sonidos, sino percibiendo silencios, gestos y sentimientos. Este tipo de escucha construye puentes de confianza, sana heridas y acerca a las personas. Es un acto de amor silencioso que dice: "Eres importante y valioso".
Cuando alguien es escuchado sin prisas ni juicios, se siente valorado y respetado.
Al hablar y ser escuchada de verdad, la persona a menudo organiza mejor sus pensamientos y encuentra soluciones a sus propios problemas.
Al ser escuchada, la persona se escucha a sí misma.
No siempre es necesario dar respuestas; estar presente y atento ya transmite seguridad y esperanza; ya es amor concreto.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Cuando escuchamos con atención, no solo estamos captando sonidos, sino percibiendo silencios, gestos y sentimientos. Este tipo de escucha construye puentes de confianza, sana heridas y acerca a las personas. Es un acto de amor silencioso que dice: "Eres importante y valioso".
Cuando alguien es escuchado sin prisas ni juicios, se siente valorado y respetado.
Al hablar y ser escuchada de verdad, la persona a menudo organiza mejor sus pensamientos y encuentra soluciones a sus propios problemas.
Al ser escuchada, la persona se escucha a sí misma.
No siempre es necesario dar respuestas; estar presente y atento ya transmite seguridad y esperanza; ya es amor concreto.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento