En plural, ¡perseverantes! Porque no "viajamos" solos. Así, "si uno cae, el otro lo levanta; pero ¡pobre del que cae estando solo!". El amor entre nosotros es fuerza y presencia de Dios. Y es bueno que nos lo declaremos abiertamente. (Pasa palabra Manolo Morales o.s.a.)
Hay dos elementos fundamentales que nos ayudan a ser perseverantes: tener un objetivo claro y una motivación apropiada.
Los objetivos pueden variar, pero la motivación debe ser siempre la misma: el amor.
Cuando tenemos el amor como nuestra motivación y el bien como objetivo, nuestras acciones testimonian la perseverancia.
Somos perseverantes cuando nunca renunciamos a amar; cuando no nos olvidamos de rezar; cuando nunca dejamos de buscar a Dios.
Somos perseverantes cuando nos levantamos después de la caída; cuando recomenzamos después del fracaso; cuando no renunciamos a la felicidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento