Aunque no podamos respirar el aire puro de la montaña o gozar de un mundo sin guerras, los ojos del alma pueden siempre "ver" la bondad de muchas personas, el amor sacrificado de una madre, la sonrisa y el dolor inocente de un niño... (Padre Manolo Morales o.s.a.)
En el Evangelio de Mateo, capítulo 6, se explica la bondad de Dios con el hombre y con todas las criaturas.
Allí vemos el ejemplo de las aves del cielo que no siembran ni cosechan, sin embargo la bondad de Dios las alimenta; y de los lirios del campo que no trabajan ni tejen, sin embargo ni Salomón en su gloria se vistió como uno de ellos. Y finalmente, dice que nosotros, seres humanos, valemos más que todo lo que existe en la naturaleza. (Cf. Mt. 6, 26-29)
Que sepamos contemplar y agradecer a Dios por su infinita bondad que se revela en todo momento a nuestro alrededor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento