Limitados, sí, pero contentos; tratando de mejorar, pero sin perder el ánimo cuando no lo conseguimos. Llevamos dentro a Uno capaz de hacer precisamente de nuestras debilidades nuestra fuerza. ¿Y hay algo más fuerte que la humildad? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Puedo ser misericordioso y compasivo con los demás, y muchas veces, ser despiadado conmigo mismo.
Si Dios me perdona, por qué a veces me apego a cierta autocompasión y me siento indigno de perdón?
Mientras me condeno, me olvido de amar. Todos cometemos errores, lo importante es recomenzar, y hacerlo dándome amnistía total, creyendo que el amor cubre una multitud de pecados y que pecado es no amar, pecado es no recomenzar.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento