Lo enseñaron quienes lo practicaron: "más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre". Las prisas y los nerviosismos hacen que nos atropellemos. ¡No, por favor! Siempre mansos y humildes, como el Corazón de Dios. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Mansedumbre, docilidad, gentileza, estas virtudes son expresiones del amor que provocan una revolución silenciosa, que se contagia de corazón a corazón.
La mansedumbre desarma el odio dentro de nosotros y construye la paz a nuestro alrededor; la docilidad es percibida por las personas que se nos acercan; y la gentileza es un gesto concreto de amor.
Cuando ponemos amor en nuestras acciones, las cosas que hacemos expresan humildad.
La fuerza y el poder de Jesús son desconcertantes, porque da su ejemplo con mansedumbre y humildad, y no con una imposición violenta.
En todo lo que hagamos hoy tratemos de demostrar mansedumbre y humildad. Y así, demostraremos que aprendimos la lección. (Cf. Mt. 11,29)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento