¡Contra corriente! Cuanto más oímos hablar de guerra, más el corazón mira al Cielo que pide "paz en la tierra". Reconciliado por dentro, desechando rencores, superando partidismos y antipatías, Dios espera de mí hechos y "oraciones de paz". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Dios es misericordia infinita y su amor cubre todas nuestras faltas con su perdón. Si no hacemos lo mismo con nuestros hermanos perderemos algo de nuestra semejanza con Él.
Jesús hace la comparación entre la vid y los sarmientos: Él es la vid y nosotros los sarmientos, que recibimos la savia que brota del tallo y todo lo que en él se contiene. El rencor y el odio obstruyen el paso de la savia.
Si una rama no recibe la savia, se seca y muere.
El perdón es parte de la vida de Dios en nosotros. Quien la ejercita tiene el corazón tranquilo y en paz, y produce muchos frutos de bondad, mansedumbre y armonía.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento