Nos lo pide una sociedad que vive con frecuencia en la mentira, las apariencias y la falsedad. Mostrarnos respetuosos con la verdad, limpios, tal como somos, con defectos y virtudes. ¡Qué gran servicio social! (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Vivir auténticamente significa profesar la fe con la vida: cada gesto, cada decisión, debe ser conforme a lo que creo.
Cuando existe esta coherencia, el testimonio es verdadero.
No soy perfecto, pero mi esfuerzo en busca de la verdad se nota; Mi postura ante cualquier situación será siempre la misma, siempre del lado de la justicia y a favor de la paz.
No son sólo las señales externas; es decir, una fe expresada en símbolos, que demuestran mi autenticidad, sino sobre todo mis acciones.
Cuando el amor al prójimo es la norma en mi vida, cuando el amor mutuo es la norma en mis relaciones, estoy viviendo auténticamente.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento