¡Qué obra tan saludable ayudarnos a mantener vivo en el corazón ese "agua" que tanto escasea! Para conseguir juntos que esa preocupación, esa enfermedad, ese contratiempo... no sequen el corazón ni nublen las caras. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando tengo una gran alegría, inmediatamente me nace el deseo de compartirla con los familiares y amigos.
La alegría más grande que tengo en mi corazón es saber que soy inmensamente amado por Dios. Quiero compartir esta alegría con todos, para que descubran en sus corazones que Dios los ama sin medidas.
De esta alegría surgen todas las demás. Las pequeñas satisfacciones, incluso las humanas, empiezan a tener otro significado, porque entiendo que todo es amor de Dios. También quiero compartir las pequeñas alegrías cotidianas: el don de la salud, el alimento para el cuerpo, mi trabajo, mis amistades.
Compartir es motivo de alegría, trae alegría.
Que mis alegrías se multipliquen para ser compartidas y que la fe, la esperanza y el amor sean compartidos en la misma medida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento