Sin darme cuenta, por un falso sentido de responsabilidad, me voy convirtiendo en único/a gestor/a de mi vida, menospreciando la dicha de contar con un poderoso Padre del cielo que me ama más que yo a mí mismo/a. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Para tener fe es necesario nuestra parte, que es de entrega total en las manos de Dios; y está la parte de Dios, que nos fortalece con sus dones.
Nos unimos a Él en la oración, en el ofrecimiento de nuestra vida, en el amor a nuestro prójimo, en la fidelidad a Su Palabra, en la convivencia con nuestros hermanos y hermanas practicando el amor mutuo, en la alabanza de Su nombre, en la búsqueda de las enseñanzas de la Iglesia. En una vida integrada con la práctica del bien en todos los ambientes por donde pasamos.
Dios nos da lo que pedimos, cuando nos colocamos con toda confianza en sus brazos.
Dios nos da el don de la fe a través de la muerte y resurrección de su Hijo Jesús, un don extremo de amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento