Con mente abierta y corazón grande; para caminar ligeros, sin perder tiempo. Detenernos en juzgar y analizar los defectos de las personas que tratamos es empobrecer la vida y soñar orgullosamente un mundo irreal. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Es posible y nos trae muchas ventajas: evitamos juicios apresurados, podemos volvernos más misericordiosos, descubrimos las cualidades del otro, valorando más su lado positivo.
Además, cuando no nos fijamos en los defectos de los demás, ganamos muchos amigos y, en una convivencia más estrecha, los defectos dan lugar a la estima recíproca.
Algo que puede ayudarnos a vivir la frase de hoy es hacer un examen de conciencia y ver qué defectos tenemos y tratar de sustituirlos por virtudes.
Todos somos vulnerables a cometer errores y tener defectos, pero también es cierto que nadie está privado de cosas buenas y virtudes.
Intentemos ir más allá de los defectos de los demás y nos sorprenderemos por el bien que hay en cada persona.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento